Humanos y mascotas tenemos vidas cada vez más longevas, que conlleva que con el paso de los años aparezcan enfermedades relacionadas con la edad. Uno de los problemas más frecuentes es la enfermedad degenerativa articular, una enfermedad dolorosa que empeora la calidad de vida de quien la padece. Por ese motivo queremos dedicar este artículo a la artrosis en el perro y el gato.
La palabra artrosis quiere decir literalmente «articulación desgastada». Este desgaste va asociado con el envejecimiento de nuestra mascota, aunque hay razas que la sufren más temprano que otras, sobre todo las razas grandes.
En gatos la artrosis está infradiagnosticada debido a que los gatos enmascaran mucho los síntomas de enfermedad. Si quieres saber más sobre el comportamiento del gato visita el apartado felino de nuestra web.
La artrosis es una enfermedad degenerativa y crónica, a medida que avanza se degrada el cartílago que recubre el interior de la articulación, llegándose a afectar el propio hueso. Las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad, disminuyendo su calidad de vida.
Causas de la artrosis
- Edad: Normalmente la artrosis se relaciona con animales de edad avanzada, pero también puede pasar a edades más tempranas. Los animales jóvenes
que tienen artrosis suele deberse a alguna lesión del hueso, como algún traumatismo o malformaciones hereditarias.
- Problemas articulares: Problemas a nivel de la articulación hacen que se desgaste más el cartílago. Un ejemplo es la displasia de cadera, que hará que aumenten las probabilidades de que nuestro perro sufra artrosis a nivel de la cadera.
- Traumatismos, cirugía articular, etc: Cualquier daño previo de la articulación la hace más vulnerable a sufrir artrosis.
- Obesidad: El sobrepeso hace que la articulación aguante una presión extra y se degenere más rápidamente.
Síntomas de la artrosis
Al principio la artrosis es difícil de detectar, los animales compensan los problemas de la articulación afectada desplazando el peso hacia la sana. Incluso en el caso de que empiece a cojear lo hará de forma intermitente.
A medida que avanza la artrosis empeora la situación: aumenta el grado de degeneración articular y el dolor se hace evidente. Los síntomas que vemos con más frecuencia en nuestra mascota con artrosis son una cojera constante, evita el movimiento e incluso muestra dolor con la simple palpación de las articulaciones afectadas.
Otros síntomas son:
Dificultad para ponerse en pié, o para sentarse y tumbarse (lo hacen muy lentamente y con posturas forzadas).
- Se muestran reacios a salir de casa para pasear y pasean más lentamente.
- Atrofia de la musculatura.
- Disminución del apetito (debido al malestar general).
- Cambios en el comportamiento originados por el dolor
constante: nerviosismo e insomnio, irritabilidad e incluso agresividad (sobre todo al tocar las articulaciones afectadas).
- En gatos observamos que dejan de usar el rascador, no se suben a sitios altos, les cuesta saltar…
Tratamiento de la artrosis
La artrosis es un proceso degenerativo por lo que no tiene cura definitiva, el objetivo es mantener la calidad de vida del animal, retrasando al máximo el avance de la enfermedad.
Para ello se actúa sobre 3 puntos:
- Aliviar el dolor y disminuir la inflamación: Se suelen usar antiinflamatorios y suplementos nutricionales como los condroprotectores (protectores del cartílago), colágeno, ácido hialurónico… Al ser un tratamiento crónico, debemos ir con cuidado en la administración de medicamentos, como los antiinflamatorios, debido a los efectos secundarios. Además, el animal puede acostumbrarse a ellos y que no le hagan tanto efecto, el veterinario aplicará una pauta adecuada para evitarlo.
- Reducir la carga sobre las articulaciones: Si nuestra mascota tiene sobrepeso será importante iniciar una dieta de adelgazamiento, en ocasiones esto es suficiente para aliviar mucho el dolor y la cojera.
- Conseguir y mantener unas articulaciones móviles: Un programa de ejercicio controlado es bueno para la articulación, pero lo debemos hacer con cuidado ya que un ejercicio incorrecto puede empeorar la artrosis. Tratamientos de fisioterapia con profesionales pueden ser de utilidad.
- Adaptar el entorno del animal para que pueda llevar a cabo su vida cotidiana. Evita su acceso a superficies deslizantes en las que pueda patinar y caer. Evitar las escaleras, mejor usar rampas. Facilitar el acceso a sitios de descanso, comederos, bebederos. Adaptar el arenero en el caso de gatos.
- Otras terapias: El tratamiento con células madre está teniendo resultados muy buenos, aunque, de momento, los precios son un tanto elevados.