¿Sabes que los gatos pueden padecer asma, al igual que las personas?
El asma felino es una causa frecuente de problemas respiratorios en el gato.

Al igual que en las personas, el asma felino es una enfermedad inflamatoria crónica de los bronquios y bronquiolos, éstos se inflaman y entonces las vías aéreas bajas se estrechan, produciendo así dificultad para respirar.

¿Cuáles son los síntomas de asma en el gato?
Los síntomas que podemos ver en nuestro gato son:
- Tos, es el síntoma más frecuente
- Estornudos
- Pitidos al respirar (sibilancias)
- Intolerancia para hacer ejercicio o abrir la boca después de haber realizado un esfuerzo. Los gatos no suelen respirar con la boca abierta, sólo lo hacen si les cuesta respirar.
- Dificultad para respirar: observaremos que el gato respira con la boca abierta, o que los movimientos de las costillas mientras respira son pequeños pero muy rápidos, o si notan forzados.
Los animales que tienen problemas respiratorios serán menos activos, lo que comporta que tendrán tendencia a la obesidad. Además, cuanto más sobrepeso menos activos serán y los problemas respiratorios empeorarán más. Si la dificultad respiratoria es grave puede llegar a poner en riesgo la vida del animal.
El tratamiento del asma felino
Tenemos dos formas de tratamiento, un tratamiento de urgencia cuando hay una crisis asmática aguda, y otro de control en casa para evitar las crisis.
Crisis asmática aguda:
Debemos acudir al veterinario para que le administre el tratamiento adecuado. Deberemos manipular con cuidado al gato ya que el estrés empeorará el problema respiratorio. En estas situaciones puede que necesite:
- Administrar oxígeno
- Realizar tratamiento con cortisona de acción rápida para desinflamar los bronquios.
- Usar medicamentos broncodilatadores para ayudar a que los bronquios se expandan mejor.
Tratamiento de Mantenimiento: Para intentar evitar la aparición de crisis asmáticas agudas, o bajar la frecuencia de éstas, podemos realizar un tratamiento crónico a nuestro gato en casa.
- Cortisona en pastillas. Debemos evitar tratamientos crónicos a largo plazo ya que producen múltiples efectos secundarios.
- Broncodilatadores en pastillas, se pueden añadir al tratamiento con cortisona para controlar los síntomas.
- Ciclosporina, podría ser útil en casos que no responden a otros tratamientos.
- Inhaladores, existen de diferentes tipos: con antiinflamatorios, broncodilatadores, etc
Uso de inhaladores en gatos
Si el gato tolera la aplicación del inhalador, es el tratamiento ideal ya que no produciremos efectos adversos en otros órganos y hacen su efecto directamente en los bronquios. No se debe aplicar el inhalador directamente sobre la boca/nariz del gato, ya que podemos provocar irritación, tos, afonia… Utilizaremos un aparato llamado espaciador o cámara, por ejemplo el Aerokat® (especialmente diseñado para gatos), que nos ayudará a aplicar los inhaladores.

1. Quitamos la tapa del inhalador. 2. Conectamos el inhalador con la cámara por la parte de atrás. Agitamos conjuntamente el inhalador y la cámara 4-5 veces. 3. Acercamos la cámara a la cara del gato e intentamos que quede bien sellada. Nos tenemos que asegurar que el gato está respirando (a veces cuando notan un olor extraño aguantan la respiración). Nos puede ayudar la pestañita de indicador de flujo (marcada con un círculo rojo en el dibujo), se moverá hacia el gato. 4. La pestañita de indicador de flujo vuelve a su posición normal cuando el gato exhala o deja de inspirar. 5.Apretaremos el botón del inhalador cuando el gato inspire, debemos intentar mantener la máscara bien puesta durante 5-6 respiraciones del gato.