Cuando empecemos a salir a la calle ir por lugares tranquilos y si tienen miedo a la gente o a los perros no debemos forzarlos. Las correas deben ser largas (1,5m) y da igual si el perro va al lado derecho/izquierdo, delante/detrás siempre que no estire (se pueden usar arneses Halti o similares).

Los miedos mal gestionados pueden evolucionar a agresividad. Algunas señales que nos indican que nuestro perro está incómodo son: bostezar, olisquear, bajar la cabeza, lamerse, masticar, mirar de reojo, dar la espalda, parpadear, girar la cara, sacudirse, levantar la pata, caminar en semicírculo, cerrar la bica, apartar la mirada. Los perros que nos dan estas señales nos están avisando, no debemos ir hacia ellos, mirarlos directamente o acariciarlos.