Deben utilizarse leches maternizadas de perra o gata (de venta en clínicas y tiendas de mascotas), NUNCA dar leche de vaca ya que es pobre en proteínas, grasa, calcio, hierro y fósforo y rica en lactosa por lo que es menos digestible y menos nutritiva. Administraremos la leche con ayuda de un biberón o una jeringuilla, usando las cantidades recomendadas por el fabricante en función de la edad, el peso al nacer y la raza de cada cachorro.
La frecuencia de las tomas de leche dependerá de la edad del cachorro y si se está desarrollando adecuadamente. Para haceros una idea, esta sería la frecuencia aproximada:
SemanasDe vida | Perro | Gato |
1 | Cada 2-3 horas | Cada 2-4 horas |
2 | Cada 4,5 horas | Cada 4 horas |
3 | Cada 6 horas | Cada 4-6 horas |
4 | Cada 6 horas | Cada 4-6 horas |
Si la alimentación es adecuada los cachorros ganarán peso. Es recomendable pesarlo a diario para llevar un control, suelen engordar entre un 5 y un 10% de su peso cada día. Entre los 10 o 15 días suelen haber doblado su peso al nacer.
¿Cómo debemos dar el biberón?
Primero de todo se ha de comprobar si la temperatura de la leche es adecuada, para que el cachorro no se queme. Después apretaremos el biberón para que salga una gota de leche hacia la punta de la tetina y, entonces, insertarlo dentro de la boca del animal.
Los cachorros deben mantenerse en una posición horizontal con la cabeza ligeramente inclinada hacia arriba para que traguen el mínimo aire posible.
Inmediatamente después de cada toma, será necesario estimular al cachorro para que orine y defeque. Se hará mediante masajes con gasas humedecidas con agua tibia bajo el vientre, en la zona de los genitales y el ano, imitando el lamido materno.
En el siguiente enlace podéis ver un vídeo que sirve de ejemplo de cómo hacerlo.
A partir de las 4 semanas de vida, a nuestro cachorro le empezarán a salir los dientes, es entonces cuando podremos empezar a introducir algo de alimento sólido. Inicialmente usaremos consistencias más líquidas (latitas tipo mousse o hacer papillas con pienso seco mezclado con agua o leche maternizada). No eliminaremos bruscamente las tomas de biberón, lo combinaremos. A partir de la sexta o séptima semana, se pasará gradualmente a alimentos más sólidos, repartiendo la ración diaria en varias tomas.