Es bien sabido que el mejor tratamiento para cualquier enfermedad es evitar que aparezca, esto es lo que se conoce como medicina preventiva. Los dos grandes pilares de la medicina preventiva en veterinaria son la vacunación y la desparasitación.

¿Qué son los parásitos internos?

Son pequeños organismos como lombrices, tenias, coccidios, giardias que habitan en su mayoría en el intestino, aunque también pueden estar en pulmones u otros órganos.

Debemos detectarlos y eliminarlos de forma rutinaria, y sobre todo antes de administrar cualquier vacunación, para evitar que causen enfermedades y nos contagien a nosotros.

¿Cómo se contagian?

Los cachorros pueden nacer ya infectados por la madre, o contagiarse por otras vías como de cacas de otros perros, ácaros, insectos, beber aguas encharcadas, comer comida cruda…

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¿Qué síntomas dan los parásitos?

Normalmente son vómitos o diarreas, aunque también pueden tener pérdida de peso, anemia, tos, abdomen inflado, pelo opaco.

¿Cómo puedo detectar los parásitos?

Salvo que el perro elimine las formas adultas de los parásitos por heces o vómitos, no existe otra forma de detectarlos a simple vista, por eso debemos realizar un análisis de heces en el laboratorio previo a cualquier tratamiento.

¿Cómo se tratan?

Una vez diagnosticados, el tratamiento de los parásitos no es difícil, será tu veterinario el que paute la mejor opción de tratamiento para tu perro según su edad y tipo de parásitos.

¿Cómo se previenen?

Daremos un tratamiento frente a los mismos periódicamehte durante todo el año.

Normalmente se desparasita cada tres meses durante toda su vida, salvo casos especiales de perros que frecuentan el campo, o conviven con personas mayores o niños. En estos casos la frecuencia será mayor.

¿ Y qué pasa con los parásitos externos?

Para prevenir infestaciones por pulgas y garrapatas existen una gran variedad de productos en forma de pipeta, collares y comprimidos. Tu veterinario te podrá aconsejar del producto más adecuado para tu mascota según el tipo de vida que hace y las posibles enfermedades que tenga.

Pulgas y garrapatas pueden transmitir otras enfermedades, entre ellas la Erlichiosis,  por ese motivo es importante tener un control muy exhaustivo de estos parásitos.

Además estamos en una zona de riesgo de contagio de Leishmaniosis, esta enfermedad se trasmite a través de la picadura de un insecto llamado Phlebotomus. Para evitarlo podemos utilizar repelentes en forma de pipeta o collar, además de la vacunación.