Son muy habituales las refriegas entre perros en el parque, son conductas en cierta manera normales pero que no debemos dejar que vayan a mayores.

Ante todo debemos favorecer la convivencia y el civismo, y si nuestra mascota resulta ser la causante de alguna lesión en otro animal debemos hacernos responsables, preocuparnos de si las lesiones son graves y, si fuera necesario, costear los gastos de la atención médica veterinaria.

Existen una amplia variedad de agencias de seguros que ofrecen pólizas para animales con diferentes coberturas.

¿Qué lesiones son las que solemos encontrar en animales agredidos por mordedura?

Las lesiones más comunes con las que nos encontramos son:

  • Heridas en la piel, en casi todos los casos observaremos las marcas de los cuatro colmillos.
  • Heridas en los ojos.
  • Heridas en las orejas.
  • Heridas en las patas, sobre todo las delanteras, pudiendo llegar a producir fracturas de huesos en las patas.

Aunque se observen tan sólo lesiones leves en la piel, pueden haber alteraciones más graves a nivel interno. Estas lesiones suelen ser menos frecuentes que las anteriores:

  • Lesiones a nivel del tórax: fracturas en costillas, pneumotórax (entra aire en la cavidad torácica) o enfisema subcutáneo (entra aire a través de la herida en la piel)…
  • Lesiones en abdomen: dependiendo de la fuerza de la mordida y del tamaño del perro agresor vs agredido, se puede producir la rotura de algún órgano interno o la salida de estos órganos desde el abdomen al exterior a través de la herida.
  • Lesiones del sistema nervioso: fracturas de columna, inflamación de la médula espinal o traumatismo craneoencefálico…
¿Cómo debemos actuar ante una mordedura?

Aunque aparentemente nuestra mascota esté bien, es importante que se someta a un reconocimiento médico.

El pronóstico de las lesiones por mordedura suele ser bueno aunque aparatoso, las heridas de la piel suelen curar correctamente si realizamos el tratamiento adecuado.  En ocasiones, para poder realizar este tratamiento el veterinario necesitará sedar a nuestra mascota.

Las heridas más complicadas que afectan órganos internos  o sistema nervioso tienen un pronóstico más reservado, dependerá del alcance de la lesión y el órgano afectado.

Las heridas por mordedura siempre van a estar infectadas debido a las bacterias que existen en la boca, por eso es importante que se limpien debidamente y sean examinadas por un veterinario, como hemos comentado anteriormente pueden haber lesiones graves a pesar de que en apariencia no se vean.

Las heridas pequeñas no se deben suturar, cicatrizarán solas, pero las más extensas se deben suturar colocando un drenaje para permitir hacer limpiezas profundas y que salgan las secreciones.

Además, muy probablemente, nuestra mascota necesitará que le administremos un antibiótico y un analgésico para controlar el dolor.

Evitar que el animal se toque la herida es importantísimo, el lamido no va a favorecer que se cure, si no todo lo contrario, favorecerá que se infecte y empeorará la cicatrización.

Atención de primeros auxilios en el momento de la agresión

Primero de todo, debemos tener en cuenta que nuestra mascota va a estar asustada y dolorida, esto puede hacer que reaccione mal a nuestros cuidados o intente escapar.

Antes de cogerla tenemos que observar en qué estado se encuentra: le cuesta respirar, cojea, no puede moverse, está inconsciente, sangra… Y sobre todo debemos de actuar suavemente para no hacerle más daño ni estresarlo demasiado.

Si se observa algún sangrado abundante tendremos que  tapar la zona con unas gasas o alguna tela limpia y mantenerlas sujetas con un vendaje.

En el caso de fracturas o lesiones en la columna, debemos intentar mover al animal con el máximo cuidado. Podemos ayudarnos de tablas de madera o plástico (por ejemplo las tablas de cortar la verdura en el caso de gatos o perros de raza pequeña…) y sujetarlo con unas tiras de esparadrapo que vayan de lado a lado. En muchas ocasiones nuestra mascota estará tan nerviosa que esto será imposible, pero si hay lesión medular no podrá moverse y tendrá mucha importancia tomar esta precaución.

Si nuestra mascota tiene dificultad para respirar es urgente actuar con premura y llevarlo al veterinario para que le suministren oxígeno. Debemos estresarle lo menos posible, ya que los nervios y el estrés agravarán su problema respiratorio.