Las convulsiones son el resultado de una actividad eléctrica anormal en las neuronas de la corteza cerebral. Esta alteración eléctrica puede afectar a una región específica del cerebro (convulsión parcial) o a todo el cerebro (convulsión generalizada).

El tipo de convulsión más frecuente en perros y gatos es la convulsión generalizada tónico-clónica. La primera parte de la convulsión es la fase tónica, donde ocurre una contracción generalizada de los músculos, el animal pierde la consciencia y cae sobre uno de los lados con las extremidades extendidas y el cuello echado para atrás. Es frecuente que salivee, se orine y defeque.

 

La fase tónica dura alrededor de un minuto y da paso a la fase clónica, en la cual el animal pedalea y realiza movimientos constantes y repetitivos con la mandíbula y las extremidades. Esta última fase dura unos minutos.

Aunque esta es la más frecuente y la que se reconoce con más facilidad, hay otras formas en las que se puede presentar una convulsión. Por ese motivo, a veces puede ser difícil diferenciar entre un síncope (desmayo) o una crisis convulsiva.

Una convulsión está formada por 4 fases que son importantes entenderlas:

  • Fase Prodrómica: hay cambios de comportamiento como ansiedad, búsqueda de afecto, ladrar sin razón… esta fase puede durar horas o días.
  • Aura: es el inicio de la convulsión, dura unos segundos o minutos. Es difícil de diferenciar de la fase prodrómica, tan sólo se ven alteraciones mediante un electroencefalograma.
  • Ictus: es la convulsión en si misma.
  • Fase Post-Ictal: es la etapa justo posterior al ictus en la que la corteza cerebral no se ha recuperado del todo, se caracteriza por nerviosismo, descoordinación, desorientación, ansiedad por comer o beber. La duración es variable, desde unos segundos hasta días.

Es probable que nuestra mascota necesite algún tipo de tratamiento, primero nuestro veterinario necesitará saber si realmente son convulsiones y qué las han originado, para darle el tratamiento más adecuado.

Como tratamiento de emergencia de las convulsiones, en casa podemos aplicar vía rectal una cánula preparada con diazepam (Stesolid®).

Los casos de clusters (convulsiones en racha, es decir, más de dos convulsiones en 24 horas con recuperación total de la conciencia entre los ataques) o el estado epiléptico (convulsión continua con una duración de más de 10 minutos) necesitan de una atención veterinaria urgente. En el caso del cluster no siempre requiere hospitalización pero el estado epiléptico sí. El estado epiléptico produce alteraciones vasculares e intracraneales que pueden conllevar daños irreversibles e incluso la muerte.

Es importante diferenciar entre convulsión epiléptica y epilepsia. Las convulsiones son un signo clínico que generalmente indica un problema en la corteza cerebral, y la epilepsia es una enfermedad neurológica crónica que predispone al cerebro a generar convulsiones recurrentes en un periodo de tiempo (normalmente 2 o más convulsiones al menos con un mes de diferencia). En resumen no todas las convulsiones están asociadas a epilepsia.

Una convulsión, además, puede ser una reacción de un cerebro normal a una agresión transitoria (intoxicación o desorden metabólico), estas convulsiones son conocidas como convulsión provocada o reactiva, y desaparecerá cuando el problema principal se solucione.  

En consecuencia a lo que hemos comentado anteriormente si nuestra mascota tiene convulsiones puede tener diferentes problemas:

1) EPILEPSIA IDIOPÁTICA Es el tipo de epilepsia más común en perro, en gatos también existe pero es menos frecuente.  El 75% de los perros que empiezan con convulsiones antes del año de edad tienen epilepsia idiopática. Las características que deben cumplir los animales con convulsiones, para pensar en una epilepsia idiopática son:

  • La edad en la que empiezan las convulsiones está comprendida entre los 6 meses y los 6 años, aunque también se han descrito algunos casos de más de 6 años (epilepsia idiopática tardía).
  • Afecta a cualquier raza, aunque hay algunas razas en las que podría ser hereditario: Beagle, San Bernardo, Collies, Springer Spaniel, Spitz Finlandés, Golden Retriever, Wolfhound Irlandés y Vizsla; el Pastor Belga y el perro Lagotto Romagnolo sí que tienen un gen asociado a la epilepsia.
  • Las convulsiones suelen ser más frecuentes por la noche o cuando están descansando, y la frecuencia inicial es baja, aunque sin tratamiento o con tratamiento inadecuado la frecuencia puede aumentar.
  • El examen neurológico es totalmente normal y todas las pruebas diagnósticas son normales (análisis de sangre, resonancia magnética y análisis del líquido cefalorraquídeo).

2 ) EPILEPSIA SINTOMÁTICA O SECUNDARIA Es aquella secundaria a una patología que afecta la corteza cerebral: inflamación o infección (por ejemplo la meningoencefalitis), malformaciones congénitas (como la hidrocefalia), traumatismos craneales, problemas cerebrovasculares (infartos o hemorragias cerebrales), tumores, o intoxicación (plomo, organofosforados). Estos animales presentan generalmente alteraciones en el examen neurológico y si realizamos pruebas serán anormales.

3) EPILEPSIA PROBABLEMENTE SINTOMÁTICA O CRIPTOGÉNICA Es aquella en la que no encontramos ninguna patología primaria intracraneal pero el paciente es mayor de 6 años. Algunos ejemplos serían: traumatismos o periodos de hipoxia durante el parto, problemas vasculares o periodos de hipoxia durante una anestesia, traumatismos cerebrales en el pasado con resonancias normales.  

4) CONVULSIONES REACTIVAS En estos casos el cerebro es normal, no tiene ningún daño, pero responde a un problema sistémico (es decir, de otros órganos del cuerpo). El ejemplo más común son problemas en el hígado o riñón, o intoxicaciones. Normalmente, en estos casos la frecuencia de las convulsiones es alta y no para hasta que no solucionamos el problema principal. Al realizar pruebas diagnósticas se observan alteraciones sobre todo en las analíticas sanguíneas.