Los accidentes por atropello suelen ser más frecuentes en nuestros pacientes caninos que los felinos, no porqué a los gatos no les atropellen, si no porqué nuestros clientes felinos suelen hacer vida indoor y no salen a la calle. Además, al ser los gatos animales de tamaño más pequeño que los perros suelen salir peor parados en los accidentes automovilísticos y no llegan a la visita con el veterinario…
La mejor manera de tratar un atropello es EVITARLO, es recomendable que todos los perros paseen con correa. La correa se recomienda que no sea extensible, sobre todo en razas grandes, y si lo es no dejar que el animal vaya a demasiada distancia de nosotros. Además de evitar atropellos también tendremos una mejor convivencia ciudadana. Pensad que la gran mayoría de perros atropellados que atendemos eran perros muy obedientes y que siempre hacían caso…
En el caso del gato la castración evita salidas al exterior durante los periodos de celo. Aunque vivan dentro de un piso, es habitual que se escapen por la ventana, balcón o aprovechando el despiste del propietario.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes que padecen los animales cuando les atropellan?
- Lesiones en la piel debido a la quemadura por el asfalto, pueden ser leves o bastante graves dependiendo de la extensión y la profundidad.
- Fracturas de huesos: fracturas en las patas, en la cadera, costillas o en las vértebras. Generalmente las fracturas son lesiones aparatosas que nos llaman mucho la atención, pero en la gran mayoría de ocasiones pueden esperar para su tratamiento ya que otras lesiones en órganos internos pueden necesitar de una atención inmediata.
- Lesiones en el tórax: las más frecuentes suelen ser contusiones pulmonares, es decir golpes fuertes en el pulmón que provocan un sangrado. Este sangrado puede ser un «simple hematoma» o algo más complicado. En ocasiones también ocurren pneumotórax, el aire de dentro del pulmón sale hacia la cavidad torácica como consecuencia de un golpe, esto provoca que el pulmón no tenga espacio para hincharse bien y el paciente tiene problemas para respirar.
- Lesiones abdominales: son menos frecuentes que las anteriores. Normalmente el golpe produce hematoma y/o inflamación en hígado que se corrige solo con el paso del tiempo, pero en ocasiones puede haber lesiones más graves que produzcan hemorragias internas (rotura de bazo, rotura de hígado, rotura de algún vaso sanguíneo importante…).
- Lesiones que afectan al sistema nervioso: entre ellas encontramos las lesiones en la columna que pueden producir parálisis. Esta parálisis puede ser temporal a consecuencia de la inflamación de la médula espinal o definitiva por una lesión irreversible de ésta. Si el golpe del accidente ha sido en la cabeza podemos tener un traumatismo craneoencefálico, veremos al animal desorientado y aturdido en casos más leves, y en casos más graves estarán aletargados o incluso en coma.
Algunas de estas lesiones serán muy evidentes pero otras necesitaremos pruebas para diagnosticarlas o que pasen las horas para que se hagan evidentes.
¿Cómo debemos actuar si atropellan a nuestra mascota?
Primero de todo, debemos tener en cuenta que nuestra mascota va a estar asustada y dolorida, esto puede hacer que reaccione mal a nuestros cuidados.
Antes de cogerla tenemos que observar en qué estado se encuentra: le cuesta respirar, cojea, no puede moverse, está inconsciente, sangra… Y sobre todo debemos de actuar suavemente para no hacerle más daño ni estresarlo demasiado.
Si se observa algún sangrado abundante tendremos que tapar la zona con unas gasas o alguna tela limpia y mantenerlas sujetas con un vendaje. Si la piel presenta quemaduras por asfalto lo ideal es primero limpiar las heridas para retirar los restos de suciedad, y después aplicar gasas húmedas o con algún producto para quemaduras (linithul®, etc) sujetándolas con un vendaje. Si ponemos gasas secas sobre quemaduras, éstas se quedarán pegadas a la piel y después al retirarlas produciremos dolor.
En el caso de fracturas o lesiones en la columna, debemos intentar mover al animal con el máximo cuidado. Podemos ayudarnos de tablas de madera o plástico (por ejemplo las tablas de cortar la verdura en el caso de gatos o perros de raza pequeña…) y sujetarlo con unas tiras de esparadrapo que vayan de lado a lado. En muchas ocasiones nuestra mascota estará tan nerviosa que esto será imposible, pero si hay lesión medular no podrá moverse y tendrá mucha importancia tomar esta precaución.
Si nuestra mascota tiene dificultad para respirar es urgente actuar con premura y llevarlo al veterinario para que le suministren oxígeno. Debemos estresarle lo menos posible, ya que los nervios y el estrés agravarán su problema respiratorio.
Aunque aparentemente nuestra mascota esté bien, es importante que se someta a un reconocimiento médico y quede en observación 24 horas.