Los gatos son animales ágiles y curiosos, en ocasiones esta curiosidad les lleva a acabar accidentados. En primavera-verano son muy frecuentes las visita al veterinario de urgencias porqué nuestro gato se ha caído de la ventana o el balcón.

Los descuidos de los propietarios, la curiosidad que caracteriza a la especie felina, la falta de experiencia de los gatos jóvenes y el comienzo de la pubertad (actividad sexual), son las principales causas que provocan que el gato se precipite al vacío.

En muchas ocasiones, estos accidentes acaban con final feliz, no obstante no debemos fiarnos y tenemos que intentar evitar estas caídas.

¿Por qué los gatos siempre caen de cuatro patas?

Esta característica de los gatos tiene una base física que tiene que ver con distintos aspectos de la anatomía y evolución del animal.

gato paracaidista veterinario hospitalet

  • Los gatos cuentan con una espina dorsal muy flexible y no tienen clavícula, lo que les permite hacer giros increíbles que parecen casi una acrobacia.
  • Las patas tiene una gran movilidad, durante las caídas las extienden para producir resistencia y así frenar la velocidad a la que caen. En este punto también les ayuda el grosor de su piel.
  • Los felinos, además, cuentan con cuerpos ligeros y un aguzado sentido de la orientación. Cuando están a punto de caer calculan dónde está el suelo usando el oído interno y la vista, y giran su cuerpo para orientar sus patas hacia la superficie firme.

No obstante, que caigan siempre de pie no quiere decir que no se hagan daño. Es verdad que las lesiones que experimentan los gatos son menores a las que experimentaría un perro o nosotros mismos al caer. Además, suelen hacerse menos daño cuando caen de pisos más altos que de bajos, esto se explica porqué de un piso bajo no tiene tiempo a recolocarse y caer de cuatro patas.

Las lesiones que nos solemos encontrar en «gatos paracaidistas» son:
  • Fracturas de huesos: son las lesiones más frecuentes, suelen romperse huesos de las patas y la mandíbula.
  • Alteraciones en el tórax: es muy habitual que los gatos que han caído de un piso se golpeen el tórax, este golpe suele producir con frecuencia pneumotórax (el aire se escapa de los pulmones hacia la cavidad torácica) y/o contusiones pulmonares (hematomas en los pulmones). Otras alteraciones que con menos frecuencia podemos encontrar son: hernia diafragmática (se rompe el diafragma y vísceras que normalmente están en abdomen pasan a cavidad torácica), derrame pleural (presencia de líquido en tórax, este líquido puede ser sangre), rotura de costillas…
  • Alteraciones en el abdomen: en la gran mayoría de las ocasiones las lesiones se deben a hematoma/inflamación en el hígado que se corrigen solas con el paso del tiempo, pero en otras ocasiones pueden darse lesiones graves como una hemorragia o peritonitis. Una lesión que puede ocurrir con relativa frecuencia es una lesión en la vejiga de la orina, mayoritariamente vemos un sangrado en la orina ocasionado por el golpe y que se solucionará solo. A veces la vejiga de la orina puede romperse a consecuencia del mismo golpe o secundario a una fractura de la cadera, en estos casos la orina queda libre por el abdomen y origina una peritonitis irritativa.

Está claro que hay otras lesiones que puede ocasionar la caída: heridas o quemaduras en la piel, protusión del ojo (se sale el ojo de la órbita) sobre todo en razas de morro chato, lesiones en la médula espinal, fracturas en el cráneo o en la cadera…

Algunas de estas lesiones serán muy evidentes pero otras necesitaremos pruebas para diagnosticarlas o que pasen las horas para que se hagan evidentes.

¿Cómo actuar cuando nuestro gato se ha caído?

Primero de todo, debemos tener en cuenta que nuestro gato va a estar asustado y dolorido, esto puede hacer que reaccione mal a nuestros cuidados.

Antes de cogerlo tenemos que observar en qué estado se encuentra: le cuesta respirar, cojea, no puede moverse, está inconsciente, sangra… Y sobre todo debemos de actuar suavemente para no hacerle más daño ni estresarlo.

Lo ideal es que cojamos su transportín para ponerlo dentro y llevarlo al veterinario, al estar asustado tendrá tendencia a escaparse y no queremos que se pierda o hacerle daño para contenerlo.

Si se observa algún sangrado abundante tendremos que  tapar la zona con unas gasas o alguna tela limpia y mantenerlas sujetas con un vendaje.

En el caso de fracturas o lesiones en la columna, debemos intentar mover al gato con el máximo cuidado. Podemos ayudarnos de tablas de madera o plástico (por ejemplo las tablas de cortar la verdura…) y sujetarlo con unas tiras de esparadrapo que vayan de lado a lado. En muchas ocasiones el gato estará tan nervioso que esto será imposible pero si hay lesión medular no podrá moverse y tendrá mucha importancia tomar esta precaución.

Si nuestra mascota tiene dificultad para respirar es urgente actuar con premura y llevarlo al veterinario para que le suministren oxígeno. Debemos estresarle lo mínimo posible, ya que los nervios y el estrés agravarán su problema respiratorio.

Aunque aparentemente nuestro gato esté bien, es importante que se someta a un reconocimiento médico y quede en observación 24 horas.

¿Cómo podemos prevenir que nuestro gato se caiga?
  • Enriquece su ambiente con juegos interactivos, sistemas de búsqueda de comida, estanterías y otros elementos donde puedan desarrollar su conducta de caza.
  • Mantén a tu gato alejado de zonas de riesgo, como ventanas y balcones. Si no es así, puedes proteger colocando mosquiteras, rejillas o cerramientos de forma que dejes a tu mascota satisfacer su conducta de acecho, pero sin caídas que pueden llegar a causarle la muerte.
  • Esteriliza a tu gato o gata para eliminar así el instinto sexual que le hace ir a buscar pareja en la época de celo.

Que nuestro gato haya caído una vez no quiere decir que no vuelva a caerse, aprende de la experiencia y toma las precauciones adecuadas para que no vuelva a suceder.