La hipertermia o golpe de calor es una elevación de la temperatura del cuerpo que está por encima del rango de normalidad (38-39ºC). El golpe de calor es una forma de hipertermia no febril que se produce cuando el calor externo excede la capacidad de disipar el calor por los mecanismos del cuerpo. Por lo general, se observan temperaturas sobre los 41°C o más, sin signos de inflamación.

Los mamíferos y las aves cuentan con un mecanismo que permite a su cuerpo regular la temperatura de los órganos más profundos, así pueden adaptarse a los cambios externos de temperatura, pero este sistema termorregulador no es lo bastante eficiente en casos extremos.

Los perros no transpiran, y sólo eliminan el calor mediante tres mecanismos:

  • El jadeo
  • El sudor (por la zona de las almohadillas de los pies)
  • Presencia de zonas con poco pelo (vientre…).

La hipertermia no febril ocurre más comúnmente en perros, en contraposición a los gatos. Puede afectar a cualquier raza, pero es más frecuente en perros de pelo largo y nariz corta, los perros de morro chato, también conocido como razas braquicefálicas. Puede ocurrir a cualquier edad, pero tiende a afectar a perros jóvenes más que los perros viejos.

Las causas o factores de riesgo del golpe de calor
  • El calor excesivo y la humedad ambiental : puede ser debido a las condiciones climáticas o asociado a una habitación sin ventilación, el coche, el proceso de secado en la peluquería, o la falta de sombra.

  • Enfermedad de las vías respiratorias, síndrome del braquicéfalo (Bulldog Francés, Bulldog Inglés, Carlino, Pekinés, Bóxer…).
  • Enfermedad de base que aumenta la probabilidad de desarrollar hipertermia: parálisis de las cuerdas vocales o la laringe, el corazón y/o enfermedad de los vasos sanguíneos, sistema nervioso y /o enfermedad muscular, hipertiroidismo.
  • Exceso de ejercicio, nerviosismo.
  • Capa de pelo muy tupida y/o de color oscuro.
  • Obesidad.
  • Digestión: dar de comer al amanecer y/o al atardecer, evitar las horas centrales del día.
  • Deshidratación, ingesta insuficiente de agua, acceso restringido al agua.
¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor?
  • Jadeo.
  • Deshidratación.
  • Babeo excesivo (ptialismo).
  • Aumento de la temperatura corporal rondando los 41ºC.
  • Convulsiones , temblores musculares, incoordinación al caminar, pérdida de conocimiento.
  • Síntomas de shock: cambios en el estado mental, encías enrojecidas y secas, aumento de la frecuencia cardíaca, ritmo cardíaco irregular, aumento de la frecuencia respiratoria, dificultad para respirar e incluso paro cardio-respiratorio.
  • Fallo orgánico generalizado: insuficiencia renal, muerte de las células hepáticas, coagulación de la sangre (coagulación intravascular diseminada) y hemorragias (vómitos con sangre, heces con aspecto alquitranado, hematomas, pequeños puntos rojos en las mucosas).
Recomendaciones para evitar el golpe de calor
    • Tener siempre disponible agua limpia y fresca, para eso podemos usar fuentes eléctricas comercializadas o poner cubitos de hielo en el bol de agua.
    • Estar en un espacio amplio y bien ventilado.
    • Contar con una zona de sombra amplia.
    • Darle de comer a primera o última hora del día.
    • Sácalo a pasear a primera y última hora del día, y a mediodía lo mínimo para que haga alguna necesidad.
    • Evitar que haga ejercicio.
    • NO LO DEJES DENTRO DE UN VEHÍCULO APARCADO

Si mismo con estas precauciones su mascota sufre un golpe de calor deberá llevarlo URGENTEMENTE al veterinario para recuperar la temperatura de normalidad, que le suministren fluidos intravenosos para garantizar el buen funcionamiento de los riñones, y administrar un tratamiento que evite la coagulación intravascular diseminada.

¿Cómo actuar si nuestra mascota ha sufrido un golpe de calor?

Si se puede debe trasladarse de inmediato a una clínica veterinaria. Durante el trayecto podemos:

    • Humedecer (sin envolver ni tapar) prioritariamente el cuello y la cabeza mediante paños mojados en agua no muy fría o un pulverizador de agua. Nunca cubrirlo con toallas húmedas.
    • Poner un cubito de hielo sobre el puente de la nariz, las ingles y las axilas.
    • Humedecerle la boca, sin forzarlo a beber, y sin dejar que beba en exceso.

Si no se puede trasladar de inmediato a una clínica veterinaria, debemos llevarlo a un sitio fresco.

      • Sumergirlo en agua a unos 20º o aplicarle un chorro de agua a esa temperatura, hasta que se normalice la respiración.
      • Humedecer (sin envolver ni tapar) prioritariamente el cuello y la cabeza mediante paños mojados en agua no muy fría o un pulverizador de agua. Nunca cubrirlo con toallas húmedas. Si es posible, poner un ventilador cerca del animal.
      • Poner un cubito de hielo sobre el puente de la nariz, en las ingles y las axilas.
      • Humedecerle la boca, sin forzarlo a beber, y sin dejar que beba en exceso.
      • Cuando la respiración sea normal, mantenlo sobre una toalla húmeda.

La temperatura debe bajar de forma paulatina, no de golpe porque podemos provocar una hipotermia también peligrosa para la vida de nuestra mascota. El animal debe rehidratarse y recuperar el azúcar y las sales que ha perdido.

Trasládalo al veterinario lo antes posible, y explícale todo lo que hayas hecho. Es imprescindible que un veterinario lo tenga bajo control y observación para ver cómo evoluciona, y además el animal necesita medicación para recuperarse. La respiración normal no elimina daños cerebrales y otras secuelas de este fuerte shock.