El virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) es conocido como el SIDA de los gatos debido a la similitud con el virus del VIH en humanos. Ambos virus son lentivirus, de la familia Retroviridae y causan el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida. Existe otro virus del grupo Retroviridae que afecta a los gatos, se trata del Virus de la Leucemia Felina (FeLV), pero ya hablaremos de esta enfermedad en otro momento.

Aproximadamente un 11 % de los gatos del mundo están infectados con FIV. El virus de la inmunodeficiencia felina se transmite a través del contacto sangre con sangre o sangre con saliva, por ejemplo, mediante mordeduras. Por lo tanto, la infección es más común en gatos macho que salen a la calle.
Otra forma de transmitirse es la vía sexual, que es la forma de transmisión más frecuente ya que a través de mordedura es bastante difícil. Las madres pueden pasar la enfermedad a sus cachorros sobre todo si se infectan las primeras 3-4 semanas de gestación, excepto en ese momento la transmisión de madres a hijos es rara.

Los gatos infectados tienen entre 3 y 10 años, esto se debe a que suelen ser portadores durante años y enferman cuando ya son mayores. Es importante diferenciar entre animales portadores y animales infectados. Un gato puede ser portador de la enfermedad, pero no padecerla nunca o enfermar al cabo de muchos años.

SÍNTOMAS

Los síntomas son muy generalizados. Pueden presentar anorexia, pérdida de peso, depresión, etc. El FIV causa una bajada en la inmunidad que hace que el animal sea más sensible a problemas secundarios como infecciones, que serán las que darán diferentes síntomas según los órganos que afecte.

  • A nivel gastrointestinal puede dar vómitos, diarreas, ictericia (color amarillento de las encías, la piel o los ojos) si el hígado se ve afectado.
  • También pueden presentar rinitis y neumonía, alteraciones en el riñón, problemas oculares como desprendimientos del cristalino, uveítis o glaucoma; problemas neurológicos que pueden alterar el comportamiento o el movimiento del gato.
  • Los problemas de movilidad pueden ser también debidos a artritis también asociada al FIV.
  • Si la gata infectada está «embarazada» puede provocar aborto, partos prematuros y gatitos infectados que morirán a los pocos días.
  • También existen tumores relacionados con el virus FIV y alteraciones en la piel.

DIAGNÓSTICO

inmunodeficiencia felina veterinario hospitaletComo hemos visto, existen muchos signos compatibles con la infección por FIV, pero ninguno de ellos es específico de esta enfermedad, por lo que se tiene que realizar análisis sanguíneos que nos informaran del estado del animal y de qué órganos se encuentran afectados.

Dependiendo de los síntomas y la exploración, puede ser que el veterinario necesite realizar más pruebas como radiografías y ecografías, útiles en la detección de tumores.

Cuando introducimos un nuevo gato en casa puede ser de utilidad realizar un test para saber si ha tenido contacto con el virus FIV, sobre todo si es un gato recogido de la calle. Si el test sale negativo nos podemos fiar bastante del resultado, pero si sale positivo deberíamos repetirlo (si el gatito tiene menos de 6 meses lo repetiremos a las 16 semanas, si el segundo test vuelve a salir positivo repetiremos pasados 6 meses más) o si necesitamos resultados más rápidos podemos hacer otra prueba llamada PCR (a madre e hijo).

 TRATAMIENTO

  • Tratamiento va encaminado a mejorar la respuesta del sistema inmunitario (interferon). Estos tratamientos aumentan la supervivencia y la calidad de vida.
  • Se pueden usar fármacos antivirales, aunque son difíciles de encontrar.
  • En los casos de problemas dentales es recomendable la extracción dental completa cuanto antes mejor (dejando los colmillos para evitar que se haga artrosis mandibular debido al movimiento). En el 50% de los casos se soluciona el problema definitivamente. El 25% tendrán lesiones en la boca pero no tendrán dolor.
  • Si hay otras alteraciones secundarias, habrá que hacer tratamiento sintomático, por ejemplo, con antiinflamatorios corticoides y antibióticos.

PRONÓSTICO

El pronóstico variará mucho dependiendo de si el animal tiene la infección activa o no. En gatos infectados con el virus latente (“adormilado”), debemos realizar controles para anticiparnos a la enfermedad y así alargar la esperanza de vida. La mayoría de gatos infectados que manifiestan la enfermedad mueren a los 2-3 años, pero como hemos mencionado anteriormente, muchos gatos infectados viven muchos años y acaban muriendo de otra enfermedad diferente.

PREVENCIÓN

pelea inmunodeficiencia felina veterinario hospitaletLa mejor prevención es evitar la exposición al virus. Esto se consigue evitando el contacto con gatos infectados, evitar peleas entre gatos, evitar que una hembra infectada críe… Una de las formas de evitar todo esto es la esterilización.

Actualmente no existe vacuna contra el Virus de la Inmunodeficiencia Felina (FIV), sí que existe contra el Virus de la Leucemia Felina (FeLV).

En el caso de gatos que ya nos han dado positivo a la enfermedad, pero están sanos, la prevención estaría encaminada a los controles que hemos comentado anteriormente:

  • Análisis de sangre (hemograma) 2 veces al año.
  • Vacunación de trivalente y leucemia felina (evitar así otras enfermedades que pueden reactivar el virus de la inmunodeficiencia felina).
  • Desparasitación interna y externa estricta.
  • Realización de tratamientos precoces y agresivos frente a las enfermedades que padezca el animal.